La "revolución Francisco" empezó a golpear al Gobierno de El Vaticano. Desde que Jorge Bergoglio llegó al trono de Pedro, el mundo venía especulando con el momento en el que iban a arrancar los cambios en el cuestionada Curia Romana. Y ese tiempo parece haber llegado. Todo indica que el Papa aceptará hoy la renuncia del influyente secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y según informaciones de círculos religiosos, su lugar puede ser ocupado por el arzobispo Pietro Parolin, nuncio apostólico en Venezuela. Pero no es el único: también se barajan otros nombres.
En realidad, los cambios arrancaron ayer. Francisco nombró al español Fernando Vérgez Alzaga como nuevo secretario general del Governatorato, el gobierno del Estado Vaticano. Ocupará ese lugar en sustitución de Giuseppe Sciacca, que fue nombrado recientemente secretario adjunto del Tribunal Supremo Vaticano, informó el diario El Mundo. En ese cargo, Vérgez Alzaga estará a las órdenes del cardenal Giuseppe Bertello, a menos que el Papa lo nombre en el lugar de Bertone, ya que él también es uno de lo señalados para ocupar el cargo.
De todos modos, Parolin parece ser el favorito. Este sacerdote de 58 años nació en Schiavon, Vicenza. Fue ordenado sacerdote en 1980 e ingresó a la diplomacia vaticana en 1986. En 2002 fue nombrado subsecretario de la sección que se ocupa de las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, es decir, una especie de "viceministerio del Exterior". Allí colaboró con el cardenal Angelo Sodano y después con el cardenal Bertone, detalló la agencia Télam.
En septiembre de 2009, Benedicto XVI, quien lo acababa de nombrar nuncio apostólico en Venezuela, lo consagró obispo. En ese país latinoamericano le tocó la complicada tarea de gestionar las relaciones entre la Santa Sede y el gobierno de Hugo Chávez.
Contundente
Los vaticanistas sostienen que la elección tanto de Parolin como de Bertello significará una renovación en el corazón de El Vaticano. Y que se convertirá en la medida más significativa de todas las que ha tomado el Papa hasta ahora. De hecho, se habla de este cambio como el primer y más contundente gesto de la "revolución" que Francisco está realizando en la Iglesia Católica.